martes, 17 de febrero de 2015

Feliz no San Valentín

Pensar, pensar, pensar...
Decidir, decidir, decidir...
Tomar decisiones, ejecutarlas, hacer un balance (positivo y negativo) y volver a empezar...


Ya se ha pasado San Valentín, las largas colas de espera en los cines y restaurantes...los desayunos con diamantes (o sin ellos), con rosas o con un simple croisant.
Sigue siendo invierno, a un 17 de febrero. Sigue haciendo frío, viento y aún nos queda algún que otro resfriado. Seguimos dando amor aunque se haya pasado esta fecha ¿no? Suena a topicazo, pero es la realidad. El amor es esa droga mala o buena que nos nubla la mente, nos hace tomar decisiones estúpidas (o no tan estúpidas), nos cura los malos días y nos da momentos de felicidad (o de tristeza). Pero este amor, a parte de que hay que darlo y recibirlo los 365 días del año, no depende solo de una persona. Es también la familia y los amigos.
Se puede querer a muchas personas de diferentes maneras y no por ello deja en desprecio esa palabra que a tanta gente tanto pánico le da: A M O R.

Cuanta gente habrá escrito sobre el amor, sus fases y significados. Cuanta gente habrá predicado en su nombre, y cuantos habrán muerto por ello.
Cada uno de nosotros tendríamos que ser los que llevamos esa voz cantante, sin tanta guerra, tanto terrorismo, tantas envidias, tantos enemigos...
Nos costaría menos llegar a ese punto de felicidad momentánea con pequeños detalles y sin llegar a ser tan materiales como nos hemos vuelto todos.
Luego están los que van contra cualquier sistema, los que dicen que no creen y son los primeros que se derriten por dentro con cualquier gesto de cariñó, de amigos, familiares o novios. El rechazo es la principal parte justificada por la cual un día a un hombre se le ocurrió plantar un día del amor y sacar beneficios materiales de ello. Pobres tontos los que no ven más allá.

Escribir sobre el amor el día que no es San Valentín es mucho más divertido que hacerlo ese mismo día cuando todo el mundo escribe sobre ello, cuando se usan los tópicos más antiguos del mundo, cuando la gente se cree que solo ese día tiene que ser bueno y demostrar amor. Cuanta gente equivocada, que desperdicio de sentimientos.

Y, luego esta esa tinta sin usar, la que está guardada en los corazones más puros, la que no sacan ni con armas de por medio, y así nos va.




                                                     S.

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