Querido diciembre, que pronto llegas y que rápido te vas.

Querido diciembre...

Ya estas aquí, muy aquí.

Es el mes en el que todos hacemos balance de lo que ha sido este año para nosotros. Lo bueno y lo malo, sin excepciones.
Un año que esta apunto de finalizar...y otro año que esta por llegar, cargado de deseos y nuevas promesas. SÍ. NUEVAS PROMESAS. ¿o no es así?
Que miedo nos da el futuro, que lejos lo vemos, y que cerca está.

El balance se lleva, o espero que se lleve, la parte positiva, como todos.

Hay situaciones que nos han superado pero hemos sido capaces de continuar, porque seguimos aquí ¿No?Siempre escuchamos a los demás, y es lo que más en cuenta tenemos. ¿Por qué no empezamos a escucharnos un poco más a nosotros mismos? Saber que podemos comernos el mundo y cumplir cualquier sueño...
Sí, que fácil es decirlo ¿verdad? y como cuesta cumplirlo...
Lo más grande de una persona es no sentir envidia por los logros de los demás (si son legales), y alegrarse por ellos, sobre todo si se trata de amigos o familiares. Además creo que esto es uno de los grandes secretos del éxito. Fijarse en uno mismo, cuando te caes, ser capaz de rectificar tú solo, Cuando triunfas, que sea con elegancia, porque te lo has ganado a base de esfuerzo y confianza sin tener que pisar a nadie, sin tener que fijarte en nadie...
Se trata de avanzar, viviendo tu propia vida, y no la de los demás.
Cualquier persona que luche por lo que quiere, a pesar de tenerlo todo en contra, son los que acaban triunfando. Los que tienen miedo y le plantan cara.

Bien. dejando a un lado esta reflexión en este precioso mes de diciembre, hay muchas cosas que todos hacemos antes de acabar el año.
Recordamos a los que ya no están, a los que se acaban de ir y a los que acaban de llegar...
Cada persona tiene una visión y un sentimiento diferente de lo que esta apunto de avecinarse, la Navidad y el Año Nuevo. Para algunos es motivo de alegría, para otros de profunda tristeza...

Para la gran mayoría (me incluyo en este grupo), son celebraciones junto amigos y familia. Felicidad, risas y buenos momentos que se comparten con la gente que queremos.
Es cierto que no todo es felicidad. Echamos de menos a las personas que se fueron y que desgraciadamente no van a volver, pero tenemos sus recuerdos, que sea el día, momento o minuto que fuera, nos hacen más fuertes.

Momentos de peli, manta, fuego y castañas. De quedadas improvisadas acompañadas de gente que no solemos ver durante el resto del año. De regalos, solidaridad y encuentros únicos. Juegos en familia, noches en vela, noches de copas, noches de fiesta y días de estudio. Y esto amigos, no hay dinero en el mundo que pueda pagarlo. 

Cada uno tenemos a nuestra gente, esa que nos hace feliz solo con verles.
También pensamos en aquellos que nos defraudaron, o que hemos defraudado, vamos a ser humildes, somos personas.
Pero seguimos avanzando, por muchas piedras que nos pongan en el camino, y no hay que desistir, porque quien quiera mantenerte lo hará, quién quiera formar parte de tu vida te lo demostrará.
No es necesario hablar con una persona a diario para saber que estas ahí. Hay circunstancias en la vida que no nos ponen las cosas fáciles, y que aburrido sería si lo fueran.

Nunca desees el mal a nadie porque se volverá en tu contra. Desea felicidad que es gratis, te hace sentir bien y estar en paz con los demás.

Diciembre comienza y dentro de nada, se irá.

Que aunque sientas que no te queda tinta, sigas escribiendo.

S.