Ay agosto...tan rápido como llegas, así te vas.
Vivir el verano es estar en un mundo paralelo, las preocupaciones no existen (aunque ahí están) durante un periodo de tiempo.
Cuando eres un número de una casa, cuando da igual la edad que tengas que todos formáis una piña. Cuando lo más excitante del día es ganar a ese "juego de cartas" que tiene mil nombres pero al final es la misma dinámica. Cuando el Poker es más que Poker.
La motivación de "a ver quien se pone más moreno", "quien salta la mayor ola". "quien se cae antes de la tabla/barca".
El aire fresco de cada mañana. El no saber que tiempo hará a lo largo del día porque aquí siempre amanece nublado.
Los amores de verano, la juventud, las inquietudes del futuro, las charlas interminables contando mil y una batallitas de nuestras vidas. Líos, amores, desamores y rebeldías. ¿Quién quiere dejar de sentir eso?
Tu casa, es mi casa. Las llaves puestas siempre por fuera para no llamar al timbre, porque aquí todo se comparte.
Cuando te das cuenta que los detalles más pequeños son los que perduran realmente en la memoria. Un retrato, una carta, una dedicatoria, una pulsera hecha a mano con cuerda y conchas, un dibujo, un beso, un abrazo... Te hace sentir vivo y apreciar lo que tienes.
Los paseos nocturnos, las noches en vela, las películas interminables, las cervezas en la Bica. las "carreras en bici por las cuestas pedregosas", las salidas con los perros en el cual te daba tiempo a reírte sin parar y quedarte casi sin voz de la cantidad de cosas que contabas.
Cuando después de esto el futuro es incierto y te preguntas que será de cada uno de nosotros y si volveremos a juntarnos en esta parte del mundo que mantendrá nuestro recuerdo siempre.
Ves que tu vida es más fácil de lo que creias a comparación de otras situaciones, y no es por comparar, es solo por el hecho de apreciar la libertad y el no tener ataduras frente a otras personas.
Nunca bajé por un acantilado sin arnés y creo que no seré capaz de volverlo hacer. Las expediciones costeras a media tarde, las cadenas salientes de las bicis, los besos lanzados desde coches...
Porque da igual de donde seas y a donde vayas, el presente de hoy, son los recuerdos del mañana.
Y ya se sabe que todos compartimos el mismo cielo.
Hoy se pinta con la arena del mar y el barro entre las rocas
S
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